EL SUEÑO EN LA PRIMERA INFANCIA
EL SUEÑO EN LA PRIMERA ETAPA DE LA VIDA
Periodista:Belen Esteve Irastorza
Iratxe Alkiza Irastorza es psicóloga especializada en clinica infantil y adolescente. Por sus manos pasan diariamente muchos menores que finalizan su terapia con éxito. Uno de los cientos de dudas y cuestiones que tanto a padres y madres (me incluyo) interesa, es el sueño de nuestros hijos. Su descanso es fundamental para nosotros pero...¿como actuar cuando no quieren dormir?,¿qué pautas son las más adecuadas a seguir? Iratxe, como especialista en todo lo que se refiere a primera infancia, entre otras muchas cosas, contesta a estas preguntas.
¿Cuánto tiempo duermen los bebés y cuánto es lo recomendable?
Lo primero que tengo que decir es que cada bebé tiene un ritmo diferente. Algunos duermen como lirones mientras que otros despiertan constantemente durante la noche, les cuesta conciliar el sueño o piden tomas cada pocas horas. El hecho de que un bebé no cumpla con la rutina del sueño no significa que algo vaya mal en absoluto. así que los datos que te voy a dar hay que gestionarlos de acuerdo con el tempo de cada bebé.
Hasta los 6 meses, los bebés deberán dormir de 16 a 20 horas con periodos interrumpidos.
A partir de los 3 meses comenzarán dormir en periodos de 6 a 8 horas seguidos por las noches.
De 6 a 12 meses dormirán hasta 11 horas por las noches y comenzarán a dormir hasta 3 horas de siesta.
De 1 a 3 años dormirán de 10 a 13 horas por las noches y de 1 a 2 horas de siesta por el día.
Los Despertares nocturnos son normales hasta los 3 años de edad.
¿Cuáles son las causas principales por las que un bebé duerme mal o le cuesta conciliar el sueño?
Hay muchos factores que pueden impedir que un bebé concilie el sueño. Dolor de encías, hambre, estrés… os explicaré los más frecuentes:
-Pesadillas: Son normales entre los 3 y los 6 años. Se trata de ”sueños desagradables” que suelen suceder durante la segunda mitad de la noche. A través de ellas, el cerebro ensaya situaciones y asimila las que se han vivido durante el día. Debido a ello, se instalan nuevos aprendizajes y se superan situaciones angustiosas ya que el niño no posee aún las capacidades para resolver dichas situaciones durante el día. Los padres debemos acudir y estar con el niño el tiempo necesario. Dejaremos que nos cuente el sueño procurando no alargarlo mucho o llevarlo a nuestra cama.
Las pesadillas son algo evolutivo, sin embargo hay que prestar atención a la frecuencia y temáticas de las mismas. Esto sería un síntoma de ansiedad en el niño.
-Terrores Nocturnos: Aunque pueden empezar a partir de los 6-7 meses, suelen ser más frecuentes entre los 2 y 5 años de edad. Hasta los 6 años los niños suelen tener una fase más profunda que los adultos. Al terminar dicha fase se da un episodio más ligero del sueño. A menudo ese sueño es tan tranquilo que hay una imposibilidad de ligerarse correctamente cuando llega el momento, de modo que se producen toda una serie de trastornos en los cuales hay una agitación motriz. Estos son los terrores nocturnos, pero también son el origen del sonambulismo, la somniloquia (hablar dormido), etc. Ante el terror nocturno, los padres debéis permanecer junto a él de forma discreta ya que la mayoría no admiten el contacto físico. No intentaremos despertarle pues lo único que conseguiremos será romper su ciclo del sueño y en algún caso asustarle. El niño no recordará nada, a diferencia de las pesadillas.
¿Por qué es beneficiosa la siesta y hasta qué edad es recomendable?
Dormir la siesta tiene importantes beneficios en el bebé y en el niño. Además de permitirles descansar, desconectar y recuperar energías, disminuye conductas impulsivas y agresivas. Además, está demostrado que influye positivamente en el desarrollo y aprendizaje del niño ya que le permite asimilar mejor todo el aprendizaje que se ha dado durante el día y le prepara para los siguientes descubrimientos.
Previene el estrés y la ansiedad y tendrá menos riesgo de padecer dificultades atencionales o conductas hiperactivas. Es recomendable por tanto, que los bebés duerman la siesta pero no hay nunca que forzarles a ello siempre y cuando no veamos que están tremendamente cansados.
Por el contrario, tampoco hay que eliminar la siesta en aquellos que por la noche duermen mal. Puede además, que el dormir la siesta les facilite el sueño a la noche. A muchos bebés, les cuesta conciliar el sueño si a la noche están excesivamente cansados por no haber dormido la siesta.
¿Cuáles son los efectos secundarios de la falta de sueño en el bebé?
A corto plazo producen en el niño irritación, agresividad, llanto fácil, dependencia de quién lo cuida dificultades de aprendizaje, impulsividad, agitación, mal humor…
En la edad escolar puede producir fracaso escolar, inseguridad, timidez y mal carácter.
No hay que olvidarse de todas las consecuencias negativas que conlleva para los padres también.
¿Hasta qué edad es conveniente que los bebés duerman en la misma habitación que los padres? ¿Por qué es importante que el niño tenga su propia habitación?
A los 3 meses, los niños deben dormir ya en su propia habitación aunque pueden hacerlo desde que nacen.
Promover el bienestar emocional del niño no sólo implica ofrecer amor y unos cuidados básicos; además, hay que proveer límites y estructura. El niño debe aprender a sentirse seguro y confiado en que el padre estará cerca para atenderle cuando lo necesite, sin depender de su presencia física continua. Esto le permitirá adquirir un sentido de autonomía que beneficiará tanto el desarrollo de su personalidad, como su desarrollo social y cognoscitivo. De lo contrario crearemos niños dependientes e inseguros. También así, descubrirá la importancia de tener su propio espacio e intimidad.
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